Una Palabra Tuya



Dime algo, 
para que no se me escape la alegría 
de haberte hoy escuchado, 
de haber estado en ti, hablándote al oído, 
de haberte con un susurro, acariciado.

Dime algo, 
que nunca llegará tarde, 
pues también tú llegaste antes 
de haberte yo alcanzado.

Dime algo, 
para que como a mi ángel, 
siga a tu mano encadenada.

Dime algo, 
pues tu silencio me quiebra la voz, 
pero no se calla mi alma.

Dime algo, 
que de un salto toco el cielo y, 
mi alma grita y hasta las palabras me estallan.

Dime algo, 
que me calme este momento y
dar cauce a este torrente que, 
por instantes amenaza con arrastrarme.

Dime algo, 
pues mi corazón pasa del frío al fuego y, 
te ama sin verte, con un amor ciego.

Dime algo, 
para que mi muerte sea dulce, y 
dulces sean los desgarros de mi alma.

Dime algo, 
para no devorar la esperanza, 
pues ya no sé si existes o, 
tan solo eres un sueño.

Aovon Nabetse.

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