Un Abrazo

Relata un sentido poema,

que entre la inmensa obscuridad

y la claridad de un incierto día,

pululan los cuerpos celestes,

con absoluta vanidad,

cuidando la lejanía.

Cada una de sus historias,

atraviesa el inmenso universo,

con un destino incierto,

entre miradas vacías

y el temor de un abrupto encuentro.

Cuenta un solitario poeta,

que entre cuerpo y cuerpo

y entre sus dudas y sus certezas, 

se encogen en movimiento abrupto,

para no despostillar sus pulidas orillas.

Y que de cuando en cuando,

por un segundo en su comprimida soledad,

buscan de frente en su galaxia,

una insignificante muestra de amistad

que rompa sus esquemas en el acto.

Reseña un observador de realidades,

que a la menor intención de un cálido acto,

donde las extremidades se abren infinitas ,

se dibuja en la faz de cada una de sus soledades

la sombra de una sonrisa, ipso facto.

La intención de un abrazo planetario,

el latir de un corazón extraordinario,

ajeno a las realidades de cada solitario,

anula lo vacío de ese sentimiento diario,

eliminando tristezas en un acto solidario.

En cada palabra de este desconocido relator,

esta el clamor de los cuerpos en su presente,

el sentir por un lapso en su infinito,

el deseo de romper los esquemas de lo ausente,

mientras dure ese abrazo destructor.

Un abrazo que aunque dure uno, dos, tres,

dure mas, aunque sea un poquito,

que supere los pensamientos de un largo día,

que anule preocupaciones y los momentos tristes.

que permita saber que no estas solito.

A través de cada letra en mi composición,

te envió un abrazo extraordinario,

que aunque dure uno, dos, tres,

y hasta sea imaginario,

sea un apretujón que te rompa la tristeza,

y dibuje en tu faz una sonrisa inmensa.

Te deseo un abrazo que nunca termine,

y que dure un poquito mas,

un abrazo, acompañado de un te quiero,

un abrazo que tu y yo necesitamos.

Aovon Nabetse.