María
Este cúmulo de letras que hoy te escribo, son en suma un confieso que he vivido, caminando de la mano del destino y en cada paso fuiste parte del camino. Fuiste mi primer amor en la inocencia y fuiste mi rebeldía y adolescencia, fuiste inspiración de mis primeras letras y fuiste siempre dueña de todos mis poemas. Me acompañaste en mis juegos de la infancia, aunque crecimos en lugares y momentos casi opuestos, no siempre caminamos de la mano por la vida, pero en mis sueños eras la princesa de mis cuentos. Fuiste emociones como estrellas en el universo y fuiste las palabras más bonitas de mi verso, fuiste los deseos de un presente inimaginable y serás eternamente mi ser inolvidable. Que tuvo tu nombre María de las soledades, que estuviste en mis primeros pasos al amar, inspiraste los días más cálidos y felices y en los días tristes por ti aprendí a llorar. Que tuvo tu nombre María del Arcángel que en el camino aprendimos a madurar,